Contestaba a las preguntas del policía con bastante desgana, embargado por el escepticismo de que la investigación llevara a alguna parte y la rabia de haber perdido el negocio de mi vida. Tenía un quiosco, levantado con el sudor de mi frente, con los madrugones a diario, soportaba hordas de niños para ganar una miseria vendiéndoles chucherías. Tenía un quiosco y me lo han quemado.
En tiempos de crisis, el primer sospechoso fui yo mismo. Pensaban que tal vez pretendía cobrar el seguro, pero cubría demasiado poco y no era más rentable que seguir teniendo el quiosco, por lo que podía decirse que no tenía móvil. Además, tenía coartada, porque cuando sucedió yo dormía en casa, con mi mujer y mi hija. No, no había sido yo.
Cuando me preguntaron si tenía enemigos, si conocía a alguien que podía desearme algún mal, fui incapaz de dar ningún nombre. Mi mujer, sin embargo, desde el principio inculpó a Javier Ayala, un tipejo bastante extraño con el que había tenido algún percance a cuento de unos coleccionables. Fue hace mucho y bien podría haberlo olvidado, pero el mes pasado volvió echándomelo en cara y diciendo que iba a quemarme el negocio. Nunca me lo tomé demasiado en serio, era una forma de hablar, pero el mismo día del suceso, a última hora de la tarde, se pasó por el quiosco para recordarme su amenaza.
No se lo mencioné al policía, pero mi mujer sí y la investigación se centró en él. Por eso cuando me llamaron para contestar más preguntas sabía que todo sería en vano. Me preguntaron sobre él, sobre lo que me dijo, sobre la última visita, preguntaron en el vecindario. Todas las pruebas señalaban en esa dirección, incluso la ausencia de Javier Ayala, lo que definitivamente les hizo pensar que, tras consumar su amenaza, había decidido desaparecer.
Sigo preguntándome quién ha sido el cabrón que ha quemado mi quiosco. La policía ha cerrado el caso, a la espera de encontrar a Ayala, considerado único sospechoso. Pero yo sé que no ha sido él, porque desde aquel día por la tarde, su cuerpo sigue en el maletero de mi coche.
Un clásico vapuleado, el salmorejo
Hace 1 semana
28 comentarios:
¡Ostrás! Me has dejado flipada, X.
Me esperaba cualquier cosa, menos eso, y no debería sorprenderme, porque ya llevo un tiempecito por aquí y debería saber cómo le das vuelta a las situaciones con un par de palabras, pero... los has conseguido, tío. Muy bueno.
Me ha encantado.
Pero.. el Ayala éste... ¿le hizo algo más grave que quemarle el kiosco?
PUes le estuvo bien que le quemaran el kiosko entonces....;D
Me ha costao pillarlo eh!!... mmmm no sé, igual se lo ha quemado la mujer, que se beneficiaba al tal Ayala, y ella vió como el kiosquero se cargaba a su amante, y dijo: si? pues ahora te vas a enterar y te voy a quemar el negocio. Y se quedó tan fresca :)
Un bese te de lunes.
me ha encantado la exlicación de Sandra..
buena vuelta, la verdad!! y, sí, el tipo se merece que le quemen el kiosko .. porque si quemar es vandalismo...asesinar no te cuento lo qué es!
besos
Muy bueno! Relato con sorpresa final...eso a mi también me suena...;)
Veo que tienes memoria visual, por lo de Pont D'Espagne y eso...jeje
Bss!!
Jajaja, menuda cantidad de gente loca hay por ahí. Parece un caso típico de CSI. xD
me ha encantado, pero no te acostumbres a guardar siempre un as en la manga o al final dejará de surgir efecto.
Ala!
menudo-final-que-sorprendente!jaja
fijo-q-a-sido-la-mujer-algo-se-llevariaaaa-fijo-..
muy-bueno!
Ostras!! Me has dejado flipada!!
Genial!!!
Un beso!
Bien, X, bien. Esos finales son loq que te hacen grande.
Genial... Me ha gustado un montón. Poco más puedo decir.
Un saludo.
Majo, eres un bruto, que lo sepas.
Por cierto, dile al kiosquero que vaya enterrando el cadáver porque como lo deje mucho luego va a oler a rosas el coche.
Y claro que tiene móvil, el mismo asesinato.
Tù de mayor para dexter.
Un saludo!
Muy bueno, me ha gustado mucho X, a seguir asi, nunca me espero los finales y es lo que más me gusta de tu blog.
Eres la leche!! :DD jajaja.
Besos quemados.
jajaja, me la has vuelto a colar y van... no se cuantas ya! me ha gustado mucho, y como siempre el final: chapeau!
Mira q matar al pobre hombre!!! Sanguinario ;)
A mi me suena a venganza gitana, que busquen por la Coma a ver... XD
Cheeeee, X, com es que ara t' has fet taronger??? Jajaja!!! Que vius en l' Alqueria Blanca o que?? XD
Besitos!! :o)
Cuando te apetezca matar a alguien mas te mando unos cuantos...
waw!! acabo de conocer tu blog y me ha encantado!! muy bueno!! me apunto para seguirte!!
Por cierto he sido "segun", en el post de casandra... ahora sabes como he llegado hasta aqui... ;)
saludos!!
http://daktual.blogspot.com/
Jum jum jum..... hoy q marcha tenemos?? :P
te puedes creer que me he descojonado al llegar al final? qué clase de mente perturbada es la mia? xD
Muy bien, pero comentario tan acertado como el de tishta no he oido, escucha las voces sábias y luego piensa que otros hasta coincidimos xDDD
(sip, moderación, que se le va a hacer. Y tienes razón, esa entrada dejaba ver optimismo :)
Lol O_O
Sin palabras... pues al final no se yo si hubiera sido mejor que lo quemarán con el dentro...
No hombre, mal a esas escalas no, pero es que...
Felicidades X por dejarme de nuevo patidifusa
Che q fas?? :P
Siempre hago un intento de predecir el final, pero al final nunca acierto xDD
Hola! no me había dado cuenta y se me había pasado leerte este ultimo relato tan bueno..¡soy una despistada! jaja. Madre mia menudo final el que había acabado con el que creía que le iba a quemar el kiosko y se lo ha quemado otra persona.. ¿no puede ser que alguien del entorno del asesinado le viera cometerlo y en venganza quemara el kiosko? es una suposicion.. :)
besos y espero a leer el proximo
Realmente te harás mayor cuando estés preparando la navidad para tus niños. Pero eso tiene su lado bueno, porque ellos te recordarán tu niñez.
Un besito.
siempreestas igual jajajaja mentes retrocidas auke como die el refran la realidad siempre supera a la ficcioon !!!
cuando kieras editamos un libro con tus cuentos
xaoo
Publicar un comentario