11/6/09

The Howling Mine II

Esta era la primera parte: The Howling Mine I.

¿¡Qué ha sido eso!? -preguntó un atemorizado Muffin.

No lo sé -contestó Pumpkin-, pero merece la pena averiguarlo.

Varios de los enanos no se atrevieron a poner un solo pie en la mina. De hecho, dos de ellos huyeron despavoridos al escuchar las palabras vomitadas por la boca infernal que servía de entrada al yacimiento. Finalmente solo los más valientes (o los más codiciosos, que para un enano viene a ser lo mismo) osaron adentrarse en las entrañas de la tierra.

Si alguno de ellos pensaba que la voz surgida de la mina había sido transportada únicamente por el viento, desestimó la idea al tercer día de silencioso viaje. Sea lo que fuere aquello, no había ningún signo de vida ni vestigios de que lo hubiera habido en las últimas décadas: la mina aullante era una mina muerta. Por supuesto, los enanos habrían cogido el oro y salido de inmediato si hubiesen encontrado algo, pero no era el caso. Solo por ello seguían profundizando en la inquietante mina, valorando la posibilidad de que cuanto más oculta estuviera la recompensa, más cuantiosa sería.

Más de uno, dicho sea de paso, habría preferido una expedición ligeramente más agitada, pues cada nuevo minuto transcurrido en el silencio, después de varios días así, acababa cayendo como una losa sobre sus espaldas. Muffin, particularmente, el más reacio de la comitiva, mascullaba sin cesar protestas y maldiciones, aunque nunca propuso dar media vuelta. Antes de acabar el tercer día ya miraban inquietos en todas direcciones, intentando en vano divisar formas móviles en la oscuridad, temiendo tener que atravesar amplios salones y cavernas.

Habían perdido la noción del tiempo (no la del espacio, un enano nunca se desorienta) cuando se desencadenó la matanza. No hubo aviso previo, ni reflejos ígneos en los túneles superados ni redobles de tambores en la distancia. No hubo un fiero ejército de trasgos ni sonido de metal entrechocando. Hubo los pasos atropellados de los enanos, hubo desconcierto, gritos y sangre. La oscuridad se cernió sobre ellos hasta que, ahora sí, el hálito inflamado que calcinó al antepenúltimo enano vivo reveló la naturaleza escamosa de la bestia.

Pumpkin abandonó toda esperanza cuando los ojos de la criatura se posaron sobre él. Muffin intentó una huida desesperada al tiempo que dedicaba unas últimas palabras al instigador del viaje:

¡Maldito seas! ¡Nos has traído a la muerte! ¡Tenemos que...!

Jamás acabó la frase, pero sus palabras escaparon a la oscuridad en busca del mundo exterior y pasado.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigo pensando que la cueva es una boca y este podría ser el mejor cuento para que los niños no utilizaran el cepillo de dientes.
Pobres enanos, arrastrados por un dragón verde de enjuague bucal.
Me ha encantado.
Besos.

ampa dijo...

O sea que al final el enano la palma....pobre...

Marta dijo...

Al final, la culpa del otro... no te fastidia!!!

Marta

Girl From Lebanon dijo...

Que manía de buscar culpables...que no le hubiera seguido...

Bss!!

Sr. D. Javier de García dijo...

Ja! Lo de la frase ha sido genial! Me había quedado pensando en lo absurda que iba a ser su muerte, cuando... ¡zas! en toa la boca! jaja!

Yopopolin dijo...

pues me ha encantado... eso de que ya nos hubieses avanazado "el final" y no nos hubiesemos dad cuenta, solo lo pueden hacer los grandes relatos. Muy bueno!

ojos_de_gata dijo...

si esque no hay que meterse en minas, y mucho menos sin un bazoca!!!
pero te doy un 9 !!

mas que nada pq mueren los pobrecitos enanos snif snif jejeje :P

besos

Kane dijo...

Los cuentos de minas y viejas perdiciones de un pasado primigenio molan, y este no ha sido una excepción. Guay el recurso de las palabras viajeras.

maba dijo...

muy bueno el giro final...

y me quedo con que la avaricia rompe el saco

y leyendo los comentarios me sumo a la corriente de protesta por hacer culpables a los otros de las decisiones de uno

besos

Sandra dijo...

Que zzzzzzzzzzzzusto!!!!

:P:P

Anónimo dijo...

Pobrets los enanos, qué haces matando a los personajes? :P
Esta claro que les hubiera ido mejor en el circo jiji!! xD

Besos enanos! ^^

Ailën dijo...

¿Por qué tienen nombres de comidas?

El extraño desconocido dijo...

Y así la historia se repite (o será que el enano se había oído a sí mismo al entrar a la cueva, procedente de un futuro cercano????).

Muy buena historia, X.

Lunaria dijo...

Ea, eso les pasa por meterse donde no deben. Aún así me dió pena de los pobres enanos.
Buena moraleja se puede sacar de esta historia.
Buen finde X.

Sandra dijo...

Feliz finde moreno ;)

Jorge dijo...

No me ha gustado.
Lo siento, pero después de leer otras cosas tuyas, esta historia no me ha gustado.
No quiero que suene mal. La historia es buena, pero no me ha gustado EN COMPARACIÓN con otras cosas ;)

No obstante, y ahora que el tiempo me lo permite, no creas que voy a dejar de leerte :P

Mary Lovecraft dijo...

La frase final es mastodóntica O__O

feliz findeeeee

¡muuuak! :***

ardid dijo...

Lo de los nombres de comidas para los enanos es porque acabn siendo pasto de dragón, no? jaja

Bendita imaginación...

xD

Me uno además a dos cosas:

- No eches tu culpa al otro. (Nadie le obligó a Muffin a ir).

- Me gustó la frase que predijo el futuro próximo! Uooo

Buona giornata ;)

Mónica dijo...

muy bueno!!! lástima lo enanos.

bss. nos vemos ¿si?

X dijo...

Gracias a todos los que lo habéis leído. Aclaraciones:

1) Sobre esta corriente justiciera en contra de la búsqueda de culpables... cada día me sorprendéis más. xD Sencillamente había que buscar una frase y me salió esa, no sé lo que habríais dicho vosotros (o yo) de haber estado en su situación, pero yo al menos no habría suplicado clemencia.

2) En cuanto a los nombres de los enanos, ya que se me pregunta, no son de comidas (en plural), sino de una en concreto: pequeña, redondeada y naranja. El resto lo dejo al sentido común. xD

3) Estos enanos no tienen nada que ver con los de circo.

4) Claro que mueren los enanos, ¿qué esperabais? xD

5) Felicidades a los que captaron bien el final. ;-)

Besos a todos.

Anita Patata Frita dijo...

Si te digo la verdad... las historias de ciencia ficcion me aburren un poco, pero está muy bien narrado, crea mucho suspense. Y lo que más me ha gustado "un enano nunca se desorienta" que gran frase leche!

:)