30/11/12

فدائي


Hassan Çakir concluyó su charla semanal entre sonoros aplausos. Un pequeño almacén, al otro lado de la calle de la mezquita, servía de punto de encuentro de la asociación A la paz por el diálogo, de la cual era fundador y presidente. Se reunían tres días a la semana, a eso de las cuatro de la tarde (nada nunca era exacto allí), comentaban las últimas noticias, se animaban unos a otros, e intentaban (esto solía ser inevitable) no hablar de política, aunque en Palestina hablar de la vida, hablar de la libertad, hablar de la tierra, hablar de la represión, es hablar de política.

Aquella tarde había sido bastante agitada. Hassan había anunciado que la próxima semana habría un invitado de excepción: un rabino. Muchos se echaron las manos a la cabeza, hubo exclamaciones, papeles volando y hasta alguna palabra impía. No consiguió convencer a todos, pero era bueno templando los ánimos, y finalmente todo acabó entre buen ambiente. Los parroquianos salieron, si bien no contentos, sí animados y optimistas.

Siempre era el último en salir, y esta vez le salvó la vida. Estaba poniendo las sillas en orden cuando le tumbó la deflagración. Se incorporó y miró a la calle, pero el polvo lo invadía todo. Aún de rodillas se dirigió hacia la puerta. Una pierna le cerraba el paso. Vomitó. Se levantó justo con el segundo impacto, algo más lejano, pero que volvió a levantar polvo. Era como una tormenta de arena. No podía ver nada, y habría querido no oír nada. Cientos de quejidos llenaban el ambiente. Todo era polvo y gritos, tierra y muerte. Instintivamente, a ciegas, trató de trazar el camino a casa. La tercera explosión le levantó por los aires y, afortunadamente, le dejó inconsciente.


Despertó un tiempo más tarde. El sol se extinguía y había mucha gente corriendo de aquí para allí. Le costó unos minutos recordar lo que había pasado. Se levantó como un resorte, se miró los pies descalzos y corrió. Ahora no podía oír, pero sí podía ver. Le costaba respirar, pero no le importaba. Cuando llegó a su calle, cayó de rodillas. Allí ya no quedaba nada. A ambos lados del pasillo de tierra solo había ruinas. A mano izquierda encontró lo que quedaba de su barbería. Un poco más adelante, a mano derecha, estaba su casa.

Primero encontró a su hija menor. Llevaba una camiseta verde que siempre le había parecido demasiado occidental. En esa hora le gustó. Estaba guapa con ella. Sus ojos, cerrados para siempre, le conferían una belleza más allá de las palabras. Un mechón ensangrentado le cruzaba la cara. Lo apartó y la besó. Tenía ocho años.

Su mujer fue la siguiente. Apenas pudo mirarla. Estaba parcialmente sepultada por el techo de la casa, pero su cuerpo acababa en el tronco. Salió corriendo hacia lo que quedaba de las escaleras, que finalizaban abruptamente abiertas a la nada. De un salto se encaramó al piso superior, en el que tan solo quedaba una habitación. Allí estaba, con una viga aplastándole el tórax, la luz de sus ojos, su estrella de la tarde, la criatura a la que más había amado nunca. Su primogénita, su esperanza, su vida. Se arrodilló junto a ella y lloró por primera vez en veinticinco años. Enloqueció, se golpeó la cabeza contra el suelo, una y otra vez, para quitarse la vida, pero solo consiguió desvanecerse unos instantes. Salió. Volvió a la calle. Allí estaba todo lo que ya no tenía. Su familia, su trabajo, su historia, su porvenir. Se echó al suelo y esperó a la oscuridad.


Una semana más tarde, Hassan se reunió con su mujer y sus hijas, llevándose consigo a cuarenta y dos israelíes que compraban en un mercado de Tel Aviv.

54 comentarios:

Anónimo dijo...

La violencia engendra más violencia. No importa quien tenga la razón, si es que alguien la tiene, siempre hay formas civilizadas de llegar a un acuerdo.
Buen relato, estimado amigo.
Un gran abrazo

Valeria dijo...

Creo que podría decir que por mucho, es el texto que más me ha gustado de todos los textos que he leido en tu blog. Me gusta cómo has presentado sin dramatismo ni abuso de las descripciones sangrientas, una historia que es tan desgarradora y violenta. Me encanta ese estilo sencillo, sin palabras rebuscadas, sin giros inesperados. Un relato sencillo, crudo, violento pero a la vez tan real,humano y actual. Te felicito.

estrella dijo...

Mi querido Mr.X!!!!
Estremecedor relato, muy triste y tan real...conmueve la forma que has tenido de contarlo, por desgracia sucede y peor aún,la venganza nunca es buena, no nos devuelve a nuestros seres queridos,como dice James, la violencia engendra violencia y no tiene fin.
Solo deseo que algún día tengamos la capacidad de dialogar y de respetarnos como seres humanos, con nuestras diferencias y enriquecernos por nuestra diversidad.

Te felicito por este relato desgarrador.
Un abrazo!!!!

Tot Barcelona dijo...

Con JAMES...su argumento es de cajón. Salut

tishta dijo...

Así es como sucede, y fácil desde nuestra cómoda posición pensar en que es mejor dialogar, pero si acaban con todo lo que tienes, si se llevan toda tu vida de un plumazo, seríamos capaces de dialogar?
a pesar de la dura trama, la historia está genialmente escrita

Un abrazo

Imaginativa dijo...

Y desde aquí muchos no pueden o quieren ponerse en el lugar de Hassan, están ajenos a todo lo que ocurre y no les importa. Muy gustosa nuestra posición...
Un relato estremecedor...y una violencia aparentemente incontrolable. Complicada situación.

Saludos.

Yyrkoon dijo...

¿Y qué hará el padre que pierde a su familia en el mercado de Tel Aviv?

neuriwoman dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Ojala no fuera así, pero el odio proporciona un poderoso motivo para seguir viviendo.




Gata dijo...

Neuriwoman: se "reúne" figuradamente con su mujer y sus hijas: se inmola. Se suicida con una bomba, llevándose por delante en el acto a varios israelíes del mercado de Tel Aviv. Vamos, eso es lo que yo he entendido...)

Desgarrador relato, X. Y lo peor es que hechos así están pasando cada día en la franja de Gaza.
Violencia sólo conduce a más violencia, en una espiral que no parece tener fin. Ojalá algún día acabe este conflicto tan sangriento y haya paz entre palestinos e israelíes. Pero no creo que lo vean nuestros ojos.

Lady Tea dijo...

Sólo puedo decirte que ERES GRANDE.. escribes como muy poquitos.. y en estas historias nos dejas con el corazón dividido..
sí, qué desgracia!!.. hay que hacer un esfuerzo enorme por no justificar lo que, desgraciadamente, no tiene justificación ninguna...
ni por una parte, ni por otra..

Besos llenos de admiración!!!

Vértigo dijo...

los bucles no pueden ser buenos...

A Borbotones dijo...

Hola, X

Echaba de menos tus relatos. Nunca me dejan indiferente, tampoco hoy. Muy duro y muy bien explicado.

Besos, Kene.

Agrimonia dijo...

¡Olé que bien escribes! No me gustan nada estos temas, pero como digo tantas veces, es innegable que tienes talento para escribir. Y mucho.

Sandra dijo...

Se tomo el hombre la justicia por su mano, humanamente se puede comprender, pero claro.... también han pagado justos por pecadores.

Besito morenin.

MFe dijo...

Qué horror, qué triste y joder por desgracia ¡qué real!.
Mira.. no viene mucho al caso, pero me he acordado de este video, que quizá ya conozcas, pero por si acaso
http://es.gloria.tv/?media=210184

En fin... es un tópico, pero ojalá se acaben estas barbaridades.

Y cómo ya han dicho por aquí arriba, la cruda realidad es que la violencia solo engendá más violencia. No lleva a otro lado.

Un besote y muy buen finde!

Bernardo Romero dijo...

Ver las cosas desde un solo lado puede llegar a situaciones como la tuya, que escribes creyendo firmemente en eso de que el conflicto con los musulmanes es tan simple como que a un lado hay buenos y al otro malo. La situación es más compleja y deberías analizar qué es lo que está ocurriendo en el mundo musulmán más radical, entre estos herederos de los Hermanos Musulmanes que ayer junto a Hitler o ahora junto a los iluminados iraníes que tienen aplastado a su propio pueblo, confunden la política con la obsesión de aniquilar al pueblo judío. Piensa por un momento cuánto tiempo aguantarías tú viviendo según las normas estrictas que impone Hamás a los ciudadanos de Gaza y luego me lo cuentas. Ponte en el lugar de una mujer, de un homosexual o de un demócrata que simplemente quiere ser libre, y luego me lo cuentas. En todo caso no se trata de agredir a nadie, se trata de defenderse de la tiranía del terror islamista, de los misiles lanzados contra territorio israelita sin ningún objetivo claro, de las bombas en los autobuses escolares y en fin de todo eso que es común, desgraciadamente, a todos los paises gobernados por islamistas radicales para quienes una escuela es un lugar donde se estudia de memoria el Corán o un hospital un lugar extraordinario para instalar un lanzamisiles. En fin, piensa en todo esto y no tomes partido tan alegremente, a lo mejor la solución está en el diálogo y la democracia, más que en ideologías absolutas y tiránicas. Un abrazo.

Mária dijo...

Qué asco me da la gente que por su avaricia acaba con el derecho a la vida de otras personas inocentes. A veces me da miedo pasar por aquí. Increíble la detallada descripción que le das siempre a tus relatos. Besos desde http://hazbrillaratusonrisa.blogspot.com.es/
M.

genessis dijo...

Un relato muy bien llevado aunque triste, muy triste. Tantas veces habrá sido una historia real.
El hombre es lobo para el hombre...
¿por qué tanto extremismo?

Abrazos cálidos.

X dijo...

Lo siento, Bernardo, sabes que te aprecio y te admiro, pero tu comentario es una ida de olla de proporciones monumentales. Una persona de tu nivel cultural, el cual me consta, jamás debería caer en el error de confundir al escritor con el narrador, y mucho menos sus opiniones (dicho en fácil: no creo que me creyeras un pederasta si algún día narro con todo lujo de detalles, incluso en primera persona, la violación a una niña de siete años, y créeme que podría hacerlo). E incluso en ese caso, creo que eres el único que ha visto en este relato algún tipo de alineamiento. Me pregunto, si lo hubiera escrito al revés, ¿habrías pensado lo mismo? ¿Habrías dicho algo? ¿No será que eres tú el que piensa que hay buenos (los israelíes, o sea los amigos de USA, que siempre son los buenos) y malos (los malvados moritos)? Así que permíteme que te devuelva el consejo: no tomes partido tan alegremente, y sobre todo no pienses (tan alegremente) que los demás cometemos ese mismo error. Un abrazo, maestro.

Muchas gracias a todos. :-)

Arien dijo...

Últimamente tus posts me estremecen.
Yo no he visto que te hayas posicionado en ningún bando, este texto me transmite lo que dice un comentario un poco más arriba, la violencia genera más violencia
Un besazo

Pio dijo...

El dolor y la venganza, siempre de la mano, el ser humano cuando se cruza con ellas, pierde toda coherencia, toda lógica, todo pensamiento para guiarse solo por la bilis. ¿Quién empezó primero? no es la cuestión, pero ahí está, es un poco como las discusiones de niños.

El diálogo es lo único que nos salva, pero a veces no sirve para mucho aunque se luche por el bien común. Hay que saber las cosas buenas y malas de los dos bandos, como aquí. Si me hubiese hallado en esa situación tal vez hubiese hecho lo mismo.

Este si me ha gustado mucho...

Javier dijo...

Muy chula la imagen.

tishta dijo...

X eso es una réplica y lo demás tonterías! Totalmente de acuerdo contigo.
Un abrazo

Maria dijo...

Un relato tristemente actual desde hace ya demasiados años.

Es una sangría humana que no cesa.
Hace mucho tiempo que se debió de obligarles a parar y buscar una salida justa para ambos, pero el negocio con las armas puede que esté detrás,puede, sino no lo entiendo.
El desarrollo y trama impecable.
Te fecilicito, x.

Yopopolin dijo...

Bufff, tan cruel como real. Difícil tema el que tratas en el relato. La verdad es que es arriesgado hablar de malos y buenos, cuando todos los que mueren son inocentes.

Bárbaro el final, of course. Tristemente acertado.

Abrazo!!

Uma dijo...

me ha gustado!me parece coherente y una salida "factible" a una situacion asi!

dEsoRdeN dijo...

Aunque no lo justifico en absoluto, puedo entender perfectamente la reacción de los suicidas palestinos que lo hayan perdido todo. Es una puta vergüenza que se permita todo lo que les están haciendo desde hace décadas. Ay, si tuvieran petróleo...

Sílvia dijo...

És una història trista, que mostra que la guerra no té sentit i que al darrere sempre hi ha persones que perden i es perden, la cruesa i la mort. Crec que no havia llegit cap relat teu tan intens com aquest. Està narrat amb una naturalitat i una sensibilitat brutal. M'ha agradat moltíssim, X.

Eva Letzy dijo...

Excelente el relato, me ha estremecido por su crudeza, y lo peor es que es real.
Estoy de acuerdo con lo que dice James (el segundo comentario). Me parece increíble que no hayamos aprendido nada, y que sigan sucediendo este tipo de cosas estando en el año en el que estamos...
Un saludo

Abbie dijo...

Qué triste y real, joder. La violencia lleva a más violencia, siempre.

Kristalle dijo...

hacia tiempo que no pasaba x tu blog

Jon Igual dijo...

Una historia muy dura, pero muy real. Me ha gustado mucho la forma tan directa de describir la situación, sin que nada sobre, pero sin que tampoco falte.
Enhorabuena, un saludo.

Ishtar dijo...

Personas como fichas de dominó, cayendo una tras otra en un juego de odio sin fin.

Lo que más rabia me da en esta carnicería, igual que en otras, es que a los que tienen el poder para detenerla son precisamente a los que no les interesa que acabe. Religión-muerte-guerra gran negocio. Los que se benefician del dolor, ahora están disfrutando de sus vidas ... lejos.

Unknown dijo...

Y lo peor de todo es que es asi realmente...
Mil gracias por tus comentarios!!

campoazul dijo...

Dios que dolor me ha quedado en el estómago, me has dejado cao. Es una historia real que nosotros vivimos desde aquí, con una pena profunda pero no con ese dolor de perderlo todo y a todos por unos ideales.

Besitos.

Yyrkoon dijo...

Mucho, mucho mejor la respuesta al amigo Bernardo que el post. De hecho me quito el sombrero ante ti como hace tiempo que no hacía. Y no lo digo con tintes partidistas, que Bernardo tiene parte de razón (sólo parte), pero monumental la respuesta.

PLAS, PLAS, PLAS.

Lorena Be-Bop dijo...

Hola X,
Has reflejado bien que la violencia conlleva a más violencia desgraciadamente.
Éste ha sido el primero de todos los que he leído, que la verdad que me ha dejado mal cuerpo (soy bastante sensible a estos temas) pero te felicito, ninguno de tus relatos te dejan indiferente, aunque sea con estas sensaciones :)

Isa dijo...

Impresionante, como siempre.
Muy pocas personas se paran a pensar qué hay detrás de los ataques suicidas.
Como ya se ha comentado, la violencia solo engendra más violencia. Pero hay que tener en cuenta (o se debería intentar) que "ojo por ojo y el mundo se quedará ciego".
Un abrazo.

JuanRa Diablo dijo...

Duro. Durísimo. Y más sabiendo que, aunque ficción, es totalmente real.

Cuántos mundos de barbarie y dolor en un mismo planeta.

Un saludo, X

Humberto Dib dijo...

Uh, qué bueno que no me perdí esta entrada, esto de visitar tantos blogs en muchas ocasiones me deja fuera.
Es un relato estremecedor, realista... tan realista que tengo que censurar ciertas opiniones a causa de mi ascendencia.
Sea como fuere, me encantó, amigo X.
Un abrazo.
HD

M. dijo...

Me gustaría comentar algo de provecho aquí. Pero no creo que pueda... Porque vuelves a mezclar belleza y horror en el mismo texto y eso me gusta y me aterra a la vez. Y no, no estoy diciendo que este texto sea bonito, sería una barbarie hacerlo. No me gustan estos temas y no entraré en debates. Pero las muertes... Las muertes en tus manos son hermosas, X.
Aunque parezca una locura.
Puedo leer la belleza de la pérdida, lo hermoso de la destrucción, y seguir respirando después. Entrecortadamente, pero respiro (tus palabras macabras).
No me lo explico.



M.

sibisse dijo...

Hola X. Creo que tienes ese asombrosa habilidad para crear un mundo con las palabras, que no resulta indiferente. Y lo mejor es que, nosotros, los que te leemos damos rienda suelta a nuestra imaginación, y opinamos, y creemos y pensamos que... Pero lo mejor, es lo que has comentado... puedes escribir de todo y no encasillarte

Gustavo dijo...

Bueno yo desde que tengo uso de razon se estan peleando. Parces un dialogo de sordos. Y ahora tambien se les sumo Egipto y Siria con las muertes y reprecion que renacen dia tras dia.
En cuanto a Israel y Palestina lo que habia que hacer es crear un Estado Palestino al lado de Israel. Luego prohibir los grupos o partidos extremistas de ambos lado o que ambas policias se encarguen que vayan presos los grupos terroristas pelestinos o del ejercito isreli que provoquen daño.
Y para acercar ambas poblaciones deberian hacer festivales de musica en ciudades palestinas como israelies, peliculas u obras de teareo en conjunto, paquetes turisticos entre ambos estados, trenes que vayan por ejemplo desde Tel Aviv hasta Ramallah, etc
Si siguen con la misma retorica de no escucharse y culparse uno al otro esto no acabara nunca.
Te mando un abrazo

B. dijo...

Por desgracia, la mierda salpica. Triste, pero cierto. Y las consecuencias pueden ser devastadoras.

Helena Lesen dijo...

Buen texto. Muy duro... no sé que mas decir, estoy congestionada y más ahora. He quedado algo encogida...
Un abrazo señor X :)

Paula dijo...

Triste realidad...

Sr. D. Javier de García dijo...

Francamente, empecé a leerlo echando una ojeada pero no he podido parar.

(haciendo reverencias)

Nova dijo...

Los pelos de punta!!!!!!!!!

♥ Ana ♥ dijo...

Muy bueno el relato.
Más allá de que sea una narración, me cuesta juzgar lo que te dicen por ahí de buenos y malos. Las circunstancias que rodean a cada persona son las que las hacen actuar de un modo u otro. Sólo se puede uno poner en el lugar de otro viviendo exactamente la misma vida, lo cual es imposible.

Una chica aburrida dijo...

El dolor por la perdida de alguien puede hacer que cometamos locuras, aunque vayan en contra de nuestros principios.
Como siempre una gran entrada
Un beso

Una chica aburrida dijo...

Por cierto, se que esto no tiene nada que ver pero, ¿me podrias decir de donde has descargado tu boton de twitter?
Gracias
Un beso

Niebla dijo...

Tengo los pelos de punta, en definitiva tenés una narrativa sabrosa, porque evoca emociones, sensaciones y, en este caso, hasta chispazos de realidad.

Besos desde el otro lado del charco.

:*

Claudia. dijo...

Gracias por pasar por mi blog y comentar! :)

Un abrazo desde http://vidaengarabato.blogspot.com