21/5/08

Alta inquina

Clase de Filosofía, un coñazo. Eran las diez y cuarto de la mañana y había hambre. Omar revisa su almuerzo: bocata de jamón y queso. Se le hace la boca agua, en breve estaría en su estómago. Pedro, compañero ocasional de mesa, comparte su pensamiento. Le entraría genial un pantumaca en ese preciso instante. La conversación evoluciona y surge el melón con jamón, bocado milenario y sin embargo impensable décadas atrás, como las pizzas hawaianas o el arroz con calabaza. En la mesa de atrás, Lola y Sonia se suman al intercambio de impresiones gastronómicas. La actualidad manda y alguien menciona el nombre de Santi Santamaría, reconocido restaurador catalán que acaba de situar en la picota a la cocina de vanguardia.

Omar: Ese tío es un capullo. Escribe todos los domingos en el Magazine y siempre me ha caído gordo.

Pedro: Pero tiene razón en lo que dice. En la alta cocina hay mucho flipao y hoy en día ya no sabes ni lo que estás comiendo.

Sonia: Eso si lo estás comiendo, porque yo no me lo puedo permitir.

Omar: Y además el restaurante del tipo este tiene tres estrellas Michelín. No creo que sea precisamente barato él tampoco.

Pedro: No, barato no, pero apuesta por productos nacionales y hace una cocina transparente. Igual no estás acostumbrado a algunos productos, pero la manera de cocinar es la misma de siempre. Tú hazme caso que yo de esto entiendo, porque mi padre...

Sonia: Pero, ¿qué más da? Al final la gente que va a su restaurante es la misma que va a los de los otros. Para mí son todos iguales.

Lola: Igual no, y es por eso que ha rajado. Quién sabe si el quedarse anclado en la cocina aparentemente tradicional no le ha pasado ya factura. Las estrellas están muy bien pero al final es todo por la pasta.

Omar: De todos modos no sé de qué habla. He visto recetas suyas que tampoco se comería él mismo, como paté de hígado de oca con ostras. Lo hacían con una prensa rarísima... ¿quién tiene eso en su casa? No creo que sea muy diferente de lo que critica.

Lola: Ah, todos nos creemos diferentes. Y para bien, que es lo peor. Seguro que está orgulloso de no hacer gelatinas de humus ni espuma de remolacha pero mira por encima del hombro a los que no saben qué es una quenelle. Al final todo se reduce a eso, a considerarse el centro de virtud de un campo determinado. Los que están por encima son frívolos agasajadores del snob culinario y los que están por debajo no cocinan tan bien como él. Está bien criticar la cocina de diseño desde dentro, pero cuando uno se autoexcluye positivamente abandona la autocrítica para centrarse en la crítica sin más, la crítica a lo ajeno. Puede que su intención fuera buena pero lo único que consigue es que pensemos que, o bien se siente incapaz de competir con sus iguales y opta por la salida fácil de una cocina diferente amparada en lo tradicional, o bien busca notoriedad para vender más libros y captar más clientela. O sea, el todo por la pasta de nuevo. Ninguna de las dos opciones es atractiva.

Pedro: Entonces, diga lo que diga le dan el palo.

Lola: Es que no veo más opciones. Si criticas tu propio sector erigiéndote como estandarte salvador estás elevando tu ego a la categoría de imbécil profundo. De todos modos no es que sea el malo de la película: los otros son exactamente iguales, de ahí que hayan cogido una rabieta y estén intentando hacerle el vacío. La alta cocina en España siempre ha sido un monopolio manejado por cuatro amigotes en el que cada nota discordante debe ser acallada. Lo triste de todo esto es que, estén más o menos de acuerdo, van a seguir repartiéndose todo el pastel. Y nosotros con nuestros bocatas.

Sonia: ¡Eso joder, que hay hambre!

16 comentarios:

Sandra dijo...

La primera, q madrugadora soy :) Bueno no me queda muy claro cuál es el tema principal de tu post, q a veces me levanto con la neurona un poco ida.... No creo q hables solo de cocina, o si??. Jum en cualquier caso, a mi la cocina de diseño, vanguardia o como le llamen, no me gusta. He dicho!.


Un beso.

Anónimo dijo...

Donde se ponga Arguiñano que se quite todo lo demás.
No estoy a favor de la investigación en sabores y texturas, pero hay veces que se pasan. He llegado a ver un artículo en El País en el que unos cocineros practican con minerales y metales como el oro. Eso es algo desnaturalizado.
Por cierto, la sopa fría de melón con jamón la probé por primera vez en Barcelona y ya la hago yo en verano.
Qué buena!

Anónimo dijo...

Perdón, quise decir que no estoy en contra de la investigación en sabores y texturas.
Es que es muy temprano todavía ...

Kane dijo...

Que sí, muy bonito lo de innovar, pero llega un momento en que se hace todo muy pretencioso y parece un chiste.

Maël Radec dijo...

Yo creo que lo de Santi Santamaría huele a envidia a la legua. Pero bueno, cierto es que la alta cocina no suele estar entre mis opciones.

NUT dijo...

Me gusta la buena cocina, pero creo que para comer bien y disfrutar no hacen falta tantas historias, a veces el plato más sencillo, con una buena materia prima, puede ser de lo más suculento...luego que investiguen no me parece mal! Lo que no hago es pagar cantidades desorbitadas, me parece exagerado!

Girl From Lebanon dijo...

No se quien ha dicho hace poco que la caida de las grandes civilizaciones empieza cuando los cocineros son considerados gurús...algo así.
A mi me parecen ridiculos todos esos experimentos que hacen los "grandes cocineros". El dia que vi creo que a Sergi Arola haciendo un postre de "bola de caramelo rellena de humo de habano" casi me caigo muerta.
Mi padre es cocinero y está de acuerdo con Santamaría, tiene que primar un producto fresco y de buena calidad sobre la ciencia en la comida.Bss

didac dijo...

yo soy cocinero ......mejor ke me guarde mi opinion pero la verdad eske todos xupan del mismo bote asi ke la razon pa nadie
pero viva la creatividad y la innovacion y vivan los huevos fritos y la cocina de la aguelaijij

a kuidarse

Alas dijo...

A mí si está rico y se mastica...

Bss

ardid dijo...

Que hambre me ha dado de leerte XD

Y querria romper una lanza a favor de los bocatas...jeje hay algunos riquisiisimos! :P

chiisana dijo...

Me da igual la pelea! xD
Pero podían poner la comida más barata o poner más cuantida :p

Harianna dijo...

Yo lo mismo digo, mientras no me salga caro y este rico....

Sandra dijo...

Nos días muchachito :P

T dijo...

Uy, a estas horas de la mañana lee uno tu post y ¡¡le entra hambre!!
Pues yo pasado mañana voy a un cursillo de alta cocina con chocolate, ¡¡JIJI!!
Sí, el oro se usa en polvo para decorar ensaladas por ejemplo, yo lo he visto (pero no lo he probado). XD

A mí me da igual lo que coman los demás, pero yo estoy a régimen y estoy pasando más hambre que un somalí. Ta los huevos estoy de la lechuga y la pechuga de pollo!!! ARRRRRRG!!

Anna dijo...

Esta tarde me tiré las dos horas de clase hablando con mi compañera de comida "me comería esto..aquello...". Al final he ido de cabeza al super por un bote de guacamole fresco. Se me antojó...

(por cierto, Cupido además de miope es medio tonto!!!!)

X dijo...

Sandra, no, no hablaba sólo de comida, aunque no sé si yo mismo lo sabía. :P

Soboro, cuidado con Arguiñano que también hay que darle de comer aparte, nunca mejor dicho. Los chistes verdes y las cancioncitas los sobrellevo, pero cuando se pone a defender el bocata salchichón frente a los donutses y el potaje frente al McRata, qué quieres que te diga, me carga bastante. Ya me invitarás a una sopita de melón, suena francamente bien.

Jorge, está feo decirlo, pero creo que muchos lo piensan. ;-)

Didac, ¡vivan!

Alas, ¿eso ha sonado mal o es que tengo la mirada sucia? :D