14/11/07

Los olvidados

La turba enfurecida había llegado a la puerta de la torre. Portaban teas y un ariete, dispuestos a sacar al viejo loco de su morada por las buenas o por las malas. Casi seguro que por las malas. Ya los cuernos de bronce habían comenzado su labor, cuando de una tronera se desprendió un reguero de aceite hirviendo, disuadiendo a la multitud que se congregaba en torno a la cabeza de carnero.

Fue solo un espejismo. Abrasados y ultrajados, con numerosas bajas ahora, redoblaron sus esfuerzos, decididos como estaban a llevarse consigo la vida del solitario. Pero la puerta no cedía, ni lo haría mientras los puntales de hierro que la falcaban no traicionasen su cometido. El anciano confiaba en que el tiempo ganara el pulso al odio, y los parroquianos, cansados, derrotados o muertos, cesaran el asalto. No estaba asustado, pero no contaba con el poder que da a los hombres el saberse respaldados por sus semejantes y vecinos.

Finalmente los goznes saltaron y la puerta se vino abajo. En frente, únicamente una escalera de caracol, demasiado estrecha para dos personas. De uno en uno, pues, y a la velocidad del rayo, subían los campesinos, un piso tras otro, hasta que quien abría la marcha recibió un bastonazo en la cara, cayendo hacia detrás y arrastrando en la caída a varios de sus compañeros. Eran los últimos movimientos de una partida a punto de extinguirse. Entregada la fortaleza, la superioridad numérica se tradujo en muerte.

Llegados a este punto, si no antes, suelen conocerse los motivos de un ajuste de cuentas de tamaño calibre, pero los sudorosos guerreros no ofrecieron conversación; sus armas bastas redujeron al ermitaño a un montón de carne inerte, y tal y como llegaron se fueron, la cabeza alta y el deber cumplido. La historia la escriben los vencedores.

9 comentarios:

Kane dijo...

Los últimos momentos de un visionario, o la típica revuelta contra el señor tiránico (véase Interview with the Vampire).

Harianna dijo...

No me gusta esto, cuando empiezo a enterarme y a engancharme es cuando se acaba XD

Critias 2050 dijo...

La historia la escriben los vencedores... más aún en este caso, en que el perdedor no tiene el cuerpo ya para muchas escrituras.

Y Kane tiene razón. Es más, la misma cercanía del genio al loco podría aplicarse al visionario bienintencionado o al tirano en potencia.

Todo es cuestión de matiz.


P.D. Le deseo suerte en su anda... escritura, señor X.

Davife dijo...

El título me suena de algo...

Maël Radec dijo...

Me ha encantado. Genial.

Anónimo dijo...

ya era hora!
mira yo también volví por aquí :)

ya me leo todo esto con calma...

bienvenido!

Thsbonilla dijo...

No es mi género favorito pero lo haces de tal manera que has logrado dejarme enganchada y con ganas de más! Volveré por aquí ahora que ya conozco tu lugar.

Un saludo!

lunari dijo...

Me ha recordado a "Edward Scissorhands", la turba exaltada va por la destrucción de lo distinto.

Mrt dijo...

Yo no sé que decir, necesito leer más para opinar... pero esta bastante bien :)