Talentino Vendavale era un hombre muy nervioso, hiperactivo e hipocondríaco. Estaba medio calvo pese a regentar una peluquería, rellenito y, de no ser por el pañuelo que siempre llevaba en la mano, eternamente sudado. Hablar con él era extenuante, entrar en su negocio, claustrofóbico. Uno de esos hombres repleto de preocupaciones que te cuenta sus dolencias si te pilla por la calle, te ase del brazo y te coge de la solapa y no te suelta, y venga a hablar, como si no tuviera familia.
Y la tenía, bien extensa además. Una esposa que un día fue bella, y cuatro hijas maravillosas que no podían trabajar con él porque en los años 50, en Palermo, en las peluquerías de hombres solo trabajaban hombres. Bueno, en realidad hoy en día también. En cualquier caso sus dos hijas mayores, que ya eran da sposare, ayudaban en una frutería de un amigo de su padre, para que se relacionaran con gente a ver si alguno se las llevaba.
No le iban nada mal las cosas a nuestro hombre, no en vano su negocio y sus haciendas estaban bajo la protección de Vittorio Carcamale, un poderoso Don con fuerte influencia política, valga la redundancia. A cambio de ello, Talentino pagaba religiosamente a un hombre que se pasaba por la peluquería todos los meses, además de no cobrarle una lira por el corte. Vittorio era un hombre generoso y premiaba la fidelidad y puntualidad de sus protegidos. Todos los años hacía llegar al peluquero un regalo pomposo por su cumpleaños.
Pero hete aquí que este año el señor Vendavale no recibió regalo alguno por su parte, y esa noche, en su fiesta, sudaba más de lo normal. No lo entendía, qué había podido pasar, él que siempre pagaba, que nunca se metía en problemas, que rara vez había precisado su ayuda de verdad, que le regalaba los mejores bálsamos del mundillo, no podía ser, le había desacreditado públicamente, le había retirado el favor, le había condenado, ahora caería pasto de delincuentes menores, su peluquería señalada con un cartel invisible de aquí es seguro robar. Se acabó, era el fin, por qué a él, qué había hecho mal, y venga con el pañuelo y con el cuello de la camisa, que no, que no lo entiendo.
A la mañana siguiente atracaron en la peluquería, amenazando con volver todas las semanas. Ya había comenzado, nadie se casaría con sus hijas y él perdería el negocio, y entonces qué, sin trabajo y con seis bocas que alimentar, mejor será ponerle fin a esto con una bala, la deshonra es insoportable, mañana mismo lo empezará a preparar todo. Pero preparar lleva su tiempo y la semana siguiente nadie vino a atracarle, y entonces Don Vittorio le mandó llamar y allá iba él, que decía esto es el fin, ni suicidarse a uno le dejan, y qué será de su familia ahora, y todo por haber fallado en ni siquiera sabe qué.
Se abren las puertas y le hacen pasar y allí está el Carcamale, tras el escritorio, mirando a este peluquero de tez moribunda, y le dice alégrate y le da dos besos, que ya hemos liquidado a esos pobres diablos que se llevaron lo que no era suyo. Ahora te pasas por la ebanistería y recoges tu regalo, que se me olvidó tu cumpleaños, caro Talentino, debe ser la edad.
Un clásico vapuleado, el salmorejo
Hace 1 semana
14 comentarios:
Qué bueno, X.
¡Hay que ver lo que hace un despiste!
El pobre hombre ahí preocupado y el capo con alzheimer.
Tiene moraleja??... es q no sé q conclusión sacar, puede ser q este hombre casi se suicida por un olvido del Don??, o puede ser la injusticia de q un subnormal mueva los hilos de la vida de otros??. Jum me vas hacer pensar hoy.
Un beso, feliz finde, feliz semana y feliz todo corazón de melón.
Jo! Qué agobio!!
Bss
¡Uf, menudo susto se llevó!
¡Qué gracia me ha hecho que lo llames CARCAMALE, JAJAJA!
Es lo que tiene relacionarse con gente mafiosa: si te llevas bien con ellos guay pero como eso cambie estás bien jodido. XD
¡Yo soy hiperactiva también! ¡Pero no así de agobiante! JAJAJA
¡¡Un besote!!
Mafiosos! ¿Por qué? ¿Por qué leo esto en vísperas de irme a las Italias? Ains!--> Espero dar con los honrados y si por algún casual (espero que no) doy con algún mafioso protector que sea Vittorio Recuerdi o algo así! xD
Un beso
Al menos estaba bien del corazón, si hubiera muerto de un ataque el "buen" peluquero, q despiste mas caro.
Me ha gustado la historia.
Un lobo despistado
El hombre sudoroso este... sudo más que nunca ante la visita de Carcamale xD
Me gusto mucho la descripción del personaje principal, pude imaginarmelo fácilmente, y luego a medida que se desarrollaba la trama era fácil distinguirlo del resto de mafiosos de su entorno, y sus reacciones.
Creo que la descripción inicial fue muy buena, sobretodo xq luego jugaste acorde con lo descrito.
Otra vez, ¡Excelente!... y con final feliz ;)
muy buena historia, lo que nos comemos la cabeza a veces como este hombre, no??? jejjejeje
Me ha encantado el relato... los olvidos, una cosa tan pequeña puede desencadenar cualquier cosa...
besitos
Uff tus relatos me ponen super nerviosa!
Eso de Palermo me hizo acordar a Buenos Aires,que hay una zona con ese nombre.
Si hay moraleja es que no nos tenemos que apresurar con nuestros pensamientos que después, mira, era una tontería lo del regalo.
Bueno, como te digo siempre, un encanto leerte jeje
Besitooos
Muy buenoooo! El final me ha encantado...En realidad me ha gustado todo! Pero, el final más! :P
Y lo de Carcamale, buenísimo! juasss!
Ainsss...me gustan un montón tus relatos!
Besitos!
¡Jo, un día que mi conexión patata me deja entrar bien en vuestros blogs y no has actualizado, JAJAJA!
Bueno, pues te dejo un saludo igualmente!! Oye, enséñanos el dibujo, aunque no se parezca a la realidad!! No dirás que no es divertido hacerlo!! El mío Soboro y tú ya sabéis en qué sobre todo no se parece, en dos detalles, JAJAJAJA!!
Un besote!!!
uy ni punto de comparacion si te recomiendo una visitilla veras como disfrutas...yo en la piscina de las olas creia que me ahogaba pero de la risa...Un besicoooo que ya os tengo mas abandonados a todos...pero es que juro que estoy seca de ideas, no se me ocurre nada para escribir...
Q mal rato majo, pero para variar... final feliz!!!!!! Ves como si q puedes???? ;)
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